El Síndrome del Burnout es un
trastorno relacionado al estrés
¿Sabías que a decir de la Organización para la Cooperación Económica (OCDE) los trabajadores trabajan 23% más que el promedio, al dedicar 2,137 horas anuales a esa actividad, frente a las 1,730 que sus pares de los países miembro?
Esta situación expone la vulnerabilidad de las personas trabajadoras de sufrir trastornos como el el síndrome de Burnout o “síndrome del trabajador quemado”, que alude a un estado crónico de estrés laboral que a su vez ocasiona un agotamiento físico y mental que ocasiona alteraciones en la salud física y mental.
El síndrome suele aparecer en personas que están sometidas a altas cargas de estrés. Ocurre cuando se está expuesto de manera continua a una carga de trabajo excesiva, un mal ambiente laboral, falta de herramientas o recursos para el trabajo, carencia de capacitación, demasiada exigencia o presión, altas expectativas personales, entre otras causas.
Quienes lo tienen presentan sentimiento de agotamiento, fracaso e impotencia; baja autoestima, insomnio, agresividad, depresión, dolor de cabeza, dificultad para concentrarse, taquicardia y ansiedad.
Es importante que las empresas tomen acciones para prevenirlo. Un buen comienzo es la evaluación de las situaciones que generan estrés y ansiedad en el trabajador y tomar medidas para mitigarlo.
También deben proporcionar herramientas o recursos para la realización de las tareas, así como promover un espacio de trabajo adecuado en cuanto a infraestructura y clima laboral.
En este sentido, la tecnología puede ser de gran ayuda como es el caso de Minutas Teams, una solución en la nube que ayuda a eficientar las juntas de trabajo.
Asimismo, vale la pena implementar programas de salud física y mental en la oficina, recordando en todo momento respetar lo que dictan las nuevas normas 035 y 037.
Es importante que los trabajadores reciban soporte médico y emocional, al tiempo que elaboren un nuevo concepto de vida/trabajo donde exista un mejor balance, priorizando el cuidado de la salud.
Se recomienda destinar espacios para realizar actividades lúdicas ajenas al trabajo, fijar horarios para laborar (no llevar trabajo a casa), mejorar la comunicación con los pares y superiores, y aprender a delegar.